Saltar al contenido
COLECCIONISTAS DE MONEDAS

Las monedas de la lepra: un fenómeno numismático (casi) desconocido

Actualizado 31 Mar, 2022 •reading-time 6-8'
Revisado por

La lepra es quizás la enfermedad más temida de la historia, reportada en textos milenarios y popularizada universalmente por sus numerosas menciones en la Biblia. Sin embargo, aunque este bacilo no se transmite por contacto, sino a través de las vías aéreas al respirar, toser o hablar, distintos países acuñaron con fines profilácticos desde principios del siglo XX monedas para uso exclusivo de las leproserías ubicadas en su territorio.

Lazareto de la «Isla de los muertos vivientes» de Culión, Filipinas. Fuente: EFE.

Esta enfermedad conllevó milenios de segregación y medidas de aislamiento levantadas en torno a quienes tuvieron la desgracia de padecerla. En este artículo desgranamos toda la información sobre este fenómeno y las monedas más conocidas que fueron acuñadas a tal efecto.

Lepra, leproserías y lazaretos

La lepra es ocasionada por el Mycobacterium leprae, bacilo descubierto en 1874 por el médico noruego Gerhard Armauer Hansen, de quien deriva el otro nombre de la enfermedad: Hanseniasis. Afecta a la piel, los nervios, las vías respiratorias y los ojos.

Se cree que la lepra tuvo su origen en India durante el 3er milenio a. C., expandiéndose en la medida en que lo hacían el urbanismo y las rutas comerciales. Documentalmente, su mención más famosa aparece en el Levítico, literatura sagrada para occidente. Por ello, sus prescripciones sobre la dolencia terminaron siendo seguidas literalmente.

Los leprosarios surgen durante la Edad Media como sitios de reclusión. También fueron conocidos como lazaretos debido a la Orden de San Lázaro y su patrón: protector de hospitales y leprosos.

Los europeos llevaron a América los leprocomios, mientras que en Asia gozaban de una antigüedad considerable. Estos protohospitales eran levantados en áreas remotas y contaban con instalaciones para cubrir los períodos de cuarentena de los enfermos.

Su utilización se mantuvo mientras no fue desarrollada una cura para la dolencia. De hecho, en la Primera Conferencia Internacional sobre Lepra (Berlín, 1897), el Dr. Hansen recomendó el aislamiento institucionalizado de dolientes. Otros especialistas propusieron la fabricación de moneda para uso restringido, a la cual accederían los pacientes mediante contribuciones o trabajo.

Estas resoluciones no fueron de seguimiento obligatorio, sino que quedaron a criterio de cada nación. Las medidas se mantuvieron hasta 1981, cuando la Organización Mundial de la Salud determinó un tratamiento que lograba curar al paciente.

Es a partir de ese momento que la lucha contra la enfermedad tiene un punto de inflexión, y tanto ella como las leproserías dejan de ser un problema de salud pública para convertirse en historia evidenciada con monedas.

Colombia, pionera en monedas para lazaretos

Las monedas oficiales más antiguas conocidas pertenecen a las leproserías colombianas de Agua de Dios, Caño de Loro y Contratación.

Bogotá acuñó cuatro series: 1901, 1907, 1921 (cobre) y 1928 (níquel). Las denominaciones iban del centavo a 10 pesos. El diseño incluía una cruz con la palabra “lazareto”, el valor, año, la leyenda “República de Colombia” e, incluso algunas, el escudo nacional y lugar de fabricación.

lazaretos_Colombia
50 centavos (1928) para los lazaretos colombianos. Fuente: @MonedasColombia (Twitter).

Las acuñaciones de Venezuela

Las monedas venezolanas aparecen en 1913 a nombre del lazareto de Maracaibo, ubicado en la isla de Providencia, al occidente del país, mientras que otras salieron en 1916. Hechas en latón, incluían en su anverso el nombre de la leprosería y el año, mientras que por el reverso ostentaban el valor, de 5 centavos a 20 bolívares.

 

En 1936 se acuñaría una nueva serie para la leprosería de Cabo Blanco al centro del país. Las emisiones concluirían en 1939, cuando Maracaibo recibió sus últimas piezas.

 

Las variaciones entre monedas serían tipográficas, en su grafila (dentículos contra puntos), canto (liso contra estriado) y presentación de las denominaciones (fracciones contra decimales).

Filipinas y el lazareto de la isla de Culión

Estados Unidos ocupó Filipinas entre 1898 y 1946, creando el leprocomio en la isla de Culión, y acuñando entre 1913 y 1930 monedas con valores que iban del ½ centavo al peso.

Las primeras series fueron labradas en aluminio (1913, 1920) y cuproníquel (1922); mostraban en su anverso un caduceo, la leyenda “Bureau of Health” (oficina de salud), posteriormente “Philippine Health Service” (Servicio de Salud Filipino), y el año; el reverso exhibía el valor acompañado por las inscripciones “Culion Leper Colony” (colonia de leprosos de Culión) y “Philippine Islands” (islas Filipinas).

 

Las series de 1925 y 1927 se hicieron en cuproníquel. Su diseño exhibía por el anverso el escudo del Servicio de Salud Filipino, el año, la mención al referido organismo (arriba) y la denominación (abajo). El reverso ostentaba el busto de Andrés Bonifacio, Apolinario Mabini o José Rizal, todos próceres de la Revolución Filipina, rodeado por las mismas leyendas que sus predecesoras.

 

La última serie (1930), de cuproníquel, dedicó su anverso al valor, el año, las leyendas del servicio de salud y “Leper Coin [valor en letras]” (moneda para leprosos de [valor]); el reverso mostraba un prócer de la Independencia acompañado por las inscripciones de las islas y “Leper Colonies and Stations” (colonias y estaciones para leprosos).

Panamá: monedas en la zona del canal

La administración estadounidense que construyó el canal de Panamá también levantó la leprosería de Palo Seco, produciendo para ella, en 1919, monedas perforadas de latón y aluminio.

 

Los valores iban del centavo al dólar, y mostraban las leyendas “Palo Seco Canal Zone” (zona del canal de Palo Seco; anverso) y “redeemable for [valor] in merchandise” (canjeable por [valor] en mercancía; reverso).

Las monedas de la lepra en Brasil

Brasil contó con cuatro instituciones que acuñaron moneda lazarina; sin embargo, sólo se conocen piezas de dos de ellas.

En primer lugar tenemos la Santa Casa de Misericordia, que acuñó en 1920 para Tocunduba (estado de Pará) piezas de latón que exhibían en su anverso la denominación, la identificación del asilo y la región donde se encontraba. El reverso tan sólo indicaba “Hospicio dos Lazaros” (hospicio de los lazarinos).

 

Por otra parte tenemos a la Colonia Santa Teresa, establecida en Florianópolis para 1940. Esta institución acuñó durante esa década monedas en latón, con la inscripción “N°” y el valor en el anverso. El reverso mostraba las iniciales del hospital: “C. S. T.”.

China y los últimos lazaretos

En los años ochenta, cuando ya los demás países habían retirado su circulante, China produjo monedas para el hospital de Qinhu (provincia de Jiangsu) y otros reclusorios.

Hechas de plástico y de llamativos colores, ostentaban denominaciones que iban del fen (centavo) al yuan. Su diseño indicaba, en el anverso, las leyendas “lago Tai Kee Chin” (arriba) y “para uso de los pacientes” (abajo); mientras que el reverso mostraba un diamante con la marca “ab-2”.

 

Es difícil saber si estas monedas de la lepra de China siguen usándose, pero se cree que en la década de los noventa aún se empleaban.

Otros países con moneda lazarina

Por último mencionaremos otros países que acuñaron este curioso tipo de monedas.

En Costa Rica no se acuñaron monedas específicas. En las décadas de los años 30s y 40s se usaron las propias monedas de circulación general, pero marcadas en un lugar visible para que se pudieran reconocer con facilidad. Para ello, se optó por la ingeniosa y práctica medida de troquelar una porción circular.

 

En las Indias Occidentales Danesas, el leprosario de la isla de Saint Croix produjo piezas fabricadas en zinc de las que solo sobrevivió un ejemplar de 5 bit. De tipo unifaciales, mostraban el valor y la identificación del recinto: “Lepra Asylum St. Croix” (asilo de lepra de Santa Cruz).

lazaretos_Indias Occidentales Danesas

 

Japón acuñó para la isla de Nagashima, entre 1931 y 1948, monedas de latón y aluminio con denominaciones que iban del sen al yen. Mostraban en su anverso el valor, el emblema del hospital, las leyendas “uso interno” y “Nagashima Aisei-en” en caracteres japoneses, y elementos decorativos. El parco reverso quedaba en blanco, salvo en algunas piezas en la que se troquelaba la insignia del recinto. Unas monedas eran ovaladas y otras redondas. En algunos casos estas monedas de la lepra eran perforadas.

 

Nigeria labró para la leprosería de Garkida (estado de Adamawa) peniques de latón. Unifaciales, mostraban las leyendas “VIRGWI” y “1D”, cuyo significado desconocemos. Contaban con perforaciones en su parte superior para poder colgarlas. Se cree que fueron fabricadas entre 1929 y los años cuarenta, cuando el hospital empezó a aplicar tratamientos ambulatorios.

 

Finalmente, Tailandia reselló monedas de circulación general para el asilo de Chiang Mai, entre los años treinta y cuarenta. El único ejemplar conocido muestra las contramarcas de un cuadrado (anverso) y una cruz (reverso), centradas en torno a la perforación, y el motivo principal de la pieza (1 satang de bronce).

 

Fuentes, referencias y bibliografía:

Larreal Soto, Hussein (2016). Providencia: Paisaje Cultural y Herencia Numismática. Trabajo de investigación no publicado. Banco Central de Venezuela, Maracaibo.

Pandya, Shubhada (2003): The First International Leprosy Conference, Berlin, 1897: the politics of segregation. História, Ciências, Saúde, 10 (1), 161-177. Referencia.

Rojas Apone, Manuel (2019). La numismática de los lazaretos en Venezuela. Revisión histórica y catálogo. Caracas: Autor.

Ruiz Calleja, Adolfo (2016). Monedas para lazaretos a principios del siglo XX. Blog Numismático. Consultado el 27 de marzo de 2022. Referencia.

Saskatoon Coin Club (2022). Leper Colony Coins. [Página web en línea]. Referencia.